La descentralización ha cambiado el contexto político e institucional para promover la plenitud e igualdad de derechos de los ciudadanos en muchas sociedades del mundo. Al transferir funciones, recursos y distintos grados de autonomía política y fiscal a los gobiernos regionales, locales, o municipales, la descentralización puede abrir nuevas oportunidades para que las mujeres y los hombres participen y sean representados en los asuntos que inciden directamente en sus vidas.